Wednesday, October 19, 2005

EFECTIVAMENTE...

Sí, llegó la luz que iluminó cálidamente y por 60 cortas horas mi existencia. Y queda ese puto vacío en el espacio y en mi interior. Pero... queda la seguridad insegura de ese externo y recién llegado y su versión en miniatura.

¿Soy feliz? No. Nada es total. Nada está como debería... como quisiera. Soy una repartida en tres separadas por enormes distancias. Eso no sólo se ve: lo siento en la evidente fragmentación de mis entrañas.

Ni allá ni acá y nunca completa. ¿DESTINO? La eterna y cruel pregunta... ¿y la respuesta? ¿Cuándo tendré una maldita respuesta?

¿Será necesario, como por cuadros lo pensé ayer, un ladrillo en la cabeza que borre mi memoria? ¿Tendré que volver a nacer?

1 comment:

El Chico de la Tapa said...

que puedo decir: definitivamente la felicidad no es completa. Es una quimera inalcanzable y de pronto de allí, su encanto.